Primer comentario, de una serie de ocho, sobre la historia de la arqueología en Huapalcalco.

Introducción

Esta es la historia de un lugar que ha dado cobijo al ser humano desde tiempos prehistóricos, un lugar que vio el alba y el ocaso de importantes civilizaciones, así como el encuentro de dos mundos y la conformación del país en el que vivimos. Pero que, pese a su gran relevancia, ha sido olvidado por las autoridades durante décadas. En efecto, se trata de Huapalcalco. Niebla y Tiempo A.C. se ha esforzado desde hace quince años por preservar el sitio y lograr que tanto la sociedad como las instituciones restablezcan un vínculo con tan emblemático rincón. Dicha asociación se asume como heredera de esfuerzos previos que, a lo largo de más de medio siglo han tenido que enfrentarse ante la negligencia, la incompetencia y la ignorancia de diversos agentes.

A lo largo de este breve escrito se pretende reivindicar el papel de la sociedad local en la conservación de Huapalcalco. Por otro lado, también es la intención hacer una clara denuncia de las injusticias de las que ha sido víctima a lo largo de más de cinco décadas. El polígono original trazado por los arqueólogos ­en la década de los setenta ha sido mermado paulatinamente hasta lo que es hoy: un área de poco más de diez hectáreas. Pero, ¿por qué un recinto con un clarísimo potencial para ser una importante zona arqueológica ha sido vejado de tal manera? La respuesta, sin duda, es compleja, pero queda más que clara la irresponsabilidad por parte de diversas instancias gubernamentales y la labor de resistencia encabezada por la sociedad civil desde el descubrimiento del centro en cuestión.